"Porque No hay arma más mortífera que el Silencio, Ni dolor más agudo que tu Ausencia" C. Ocampo (Extracto)

martes, 1 de mayo de 2012

Sábados en la mar


Me siento en el mediterráneo, al borde del alba, casi al fin del mundo. El eco del océano se lleva mis tristes pensamientos, y los diluye en su silenciosa profundidad, suavemente los diluye… los solvata en sal, los solvata en oscuridad, los hace invisibles y eternos.

Lo mejor que puedo hacer es sentarme allí, como todas las tardes de sábado, para terminar la semana con menos pensamientos y quizás la esperanza de volver a empezar. Porque en tardes como estas, la luz de tus ojos eclipsaba el brillo de la luna, me envolvía en su tímida mirada, tan dulce, tan reservada, tan enigmática.
Y como la brisa que acaricia el mediterráneo tus palabras se agotan, la sensación de ti se va atenuando, y solo queda un vacio insoportable, un silencio impotente, y un estado natural que inevitablemente me arrastra, como las olas al olvido.

No hay arma más mortífera que el silencio y dolor más agudo que tu ausencia.

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